Necesidad de ti.

El frío, la lluvia, el viento... Todo me hace querer arroparme a tu lado, estar sentado entre tus brazos y quedarme dormido acariciando tu inmaculado rostro... Respirar y que todo huela a ti, morderme los labios y que sepan a los tuyos, estirar mi mano y que se encuentre con la tuya... Morderte la cara, hacerte cosquillas, y abrazarte fuerte para que no te muevas y tu mientras no puedas parar de reír... Ver, oír, sentir tu sonrisa... Quererte, amarte, adorarte y sentir que eres mía y que te quiero para toda la vida.

Locura.

Lo mejor de ese día fue sin dudarlo, cuando la levanté del sofá, la cogí en brazos y la llevé a mi habitación, mientras subíamos las escaleras, ella me abrazaba, no podía parar de reír ni yo tampoco, sólo lo hacíamos y a duras penas cuando nuestros labios se encontraban y ella me suplicaba entre risas, que la bajase al suelo, pero por dentro se moría de ganas porque la llevara hasta mi cuarto. Y allí estábamos, la dejé en el suelo mientras nos besábamos sin parar, la abracé fuerte con una mano por la cintura, y con la otra al mismo tiempo, enredaba mis dedos entre su pelo negro. Ella alargó sus brazos rodeándome el cuello y me besaba con una dulzura exquisita y a la misma vez, con locura y desenfreno. Poco a poco nos fuimos quitando la ropa, hasta quedarnos solos el uno con el otro, sin que sintiéramos más que nuestros corazones a cien, el roce de nuestro cuerpo y la suave brisa que entraba por la ventana. La empuje con delicadeza hasta que se dejó caer en mi cama, me tumbé poco a poco mientras no parábamos de besarnos, mientras recorríamos con nuestras manos cada centímetro de la piel del otro, ella enredaba sus dedos entre mis pelos y tiraba ligeramente de ellos, mientras el placer, el amor y la pasión se apoderaban de nosotros. De un momento a otro, desaparecieron las sábanas, la cama, el desorden de mi habitación, las paredes, sólo estábamos ella y yo, convirtiéndonos en uno mismo y fundiendo nuestros corazones para siempre con el intenso fuego que ardía dentro de nosotros.

Empezando con un "te amo"

Todos tenemos un momento en la vida que define lo demás, un segundo que se va y nada vuelve a ser igual, un instante maravilloso que hace subir la presión en el pecho, una parte de tu vida que siempre quieres repetir, un recuerdo de tu vida que te hace sonreír, un golpe sobre la mesa que hace que el mundo cambie de dirección, como cuando Iniesta marcó el gol contra Holanda, como un abrazo de un amigo cuando otro se ha ido y sabes que nunca va a volver, tan radical como un golpe de estado, tan emocionante como montar en bicicleta la primera vez, tan destructivo como un ejército armado con botellas de vodka. Este momento que te cuento para mi fue ese preciso instante que jamás olvidaré, ese primer segundo, esa primera vez que conquisté tu boca con la mía, ese primer momento en que tu boca y mi boca solo eran una... Si, desde eso beso un nuevo guión empezó a escribirse, una nueva historia, todas las letras cayeron en nuestras manos... pluma en mano y a escribir juntos nuestro cuento, siempre empezando con un "te amo."

Sueños robados y lágrimas rotas.

Sueños robados por promesas que nunca llegaron a cumplirse, palabras que se quedan suspendidas en el aire intentando llegar a lo mas hondo...

Besos olvidados entre la oscura niebla que queda después de ver como se destruye un corazón...

Los momentos más felices, se convierten ahora en melancólicos recuerdos, siempre tristes al pasar de los años... El mundo se torna a gris y sólo quedan lágrimas rotas.

 

Orgullo.

Y volvió a revisar su móvil, por si le había llegado algún mensaje suyo... 

El simple reflejo de su rostro encerrado en el viejo espejo de un recuerdo jamás olvidado, no era suficiente para él, no podía soportar la inquietante y agónica melodía de la soledad de su cabeza.

Sentía el impulso de escribir un mensaje, para expresar esto y mil cosas, demasiados sentimientos que intentar describir en un papel tan pequeño y arrugado como este. Hay algo en su interior que le impide hacerlo, su herida estaba abierta y sus dedos temblorosos a punto de teclear un te amo que al final no llegó...

 El tiempo pasó y la herida no se cerró, el dolor continuó y el orgullo volvió a ser el vencedor.