Historia real. Parte II.

El chico comenzó a prepararlo todo mientras los padres arreglaban los papeleos con el hospital y con algunas entidades bancarias. De acuerdo con todo esto, los bancos les concederían un préstamo para poder tratar a la pequeña, y con la ayuda de todas las demás personas que vieran el video, se pagaría esa deuda. Los padres y el chico, hablaban por Skype dos o tres veces en semanas, la pequeña también lo hacía, se la veía tan feliz, tan ausente de lo que estaba pasando. Parecía que todos eran una familia, pues apenas hablaban de la enfermedad si no había novedades, hablaban más de otras cosas, de su día a día... El chico cogió cariño a la pequeña y a los padres y viceversa, unos se sentían ayudados y el otro contento de poder ayudar.

Termina de leer la historia aquí.